El tipo de plantas también requerirá determinados fertilizantes en lugar de otros. Aquí señalaremos tres plantas concretas que tienen necesidades particulares: las perennes, el césped y las plantas en maceta.
Las plantas perennes se alimentan mucho de fósforo para florecer abundantemente y necesitan abonos ricos en este mineral, como los que utilizan harina de huesos de pescado, harina de huesos e incluso guano. Un aporte de fósforo al principio de la primavera favorecerá su arranque, mientras que otro en verano añadirá belleza y generosidad a la floración. Las plantas perennes también se beneficiarán de un suministro adicional a principios de otoño.
El césped, como todas las plantas de follaje, necesita nitrógeno en todo momento, pero también fósforo después de la siembra, para enraizar bien. Cuando está recién cortado, el césped se ve privado de cierta cantidad de nutrientes, que tendrá que renovar abonándolo de nuevo.
Las plantas en maceta tienen necesidades especialmente importantes porque el limitado volumen de suelo en el que se instalan queda rápidamente desprovisto de cualquier nutriente. Debe añadirse regularmente un abono adecuado. Los geranios y otras flores de balcón necesitan un abono rico en fósforo y, sobre todo, potasio para florecer bien. Los arbustos de flor en maceta necesitarán un abono ligeramente más equilibrado entre P y K.